jueves, 11 de marzo de 2010

Delenda est Cristina

"...deviene un principio que se denomina pacta sunt servanda, esto quiere decir que debemos ser siervos, esclavos de las cosas que acordamos, de los pactos que firmamos."

Esto lo dijo el 23/11/09 en el almuerzo ofrecido en honor del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en el Palacio San Martín.
Cris...no te cansás de zamarrear la lengua castellana y ahora la emprendés con el latín. La expresión "pacta sunt servanda" significa "los pactos (contratos, acuerdos, convenios, compromisos, etc.) deben ser observados". La declinación "servanda" proviene de "servo", verbo que significa "observar, guardar, mantenerse fiel a", y no de "servus" o "servio", que sí tienen relación con la esclavitud o la servidumbre...además, allí el sujeto son los pactos y no quienes deben observarlos...
Estimado lector, el título de esta entrada es una adaptación irónica de la célebre frase que pronunciara el censor Marco Porcio Catón en tiempos de las guerras púnicas, de estructura gramatical similar a la pronunciada por nuestra oradora en jefe y no tiene intención destituyente alguna.
Véala y escúchela, pero evite abrirse las venas como Séneca:

4 comentarios:

Irma Mariscotti dijo...

Cristina, la tolosita, quiere impresionar a un presidente.
Me recuerda a Libertad, la amiguita que Mafalda conoce en la playa, y casualmente viven cerca.
Mafalda entra al departamento de Libertad, y Libertad grita llamando a la mamá, como si el departamento tuviese varias habitaciones. La mamá le responde desde el otro lado de la habitación dividida con un mueble y ahí termina el departamento, un ambiente.

Cristina intenta impresionar con sus conocimientos de jurisprudencia, justamente frente a un señor que representa un litigio de miles de años, árabes e israelíes.

"...su Presidenta de sus cuatro abuelos tres son españoles..." Es parte de este discurso, donde Cristina omite su cuarto abuelo, Wilhelm, seguramente como mi tío Wilhelm de origen alemán.

"...seguramente puede haber en su raíces desde corrientes musulmanas hasta corrientes judías que estuvieron en la península..." continúa diciendo, tratando de quedar bien con árabes e israelitas. Por supuesto no menciona a su abuelo Wilhelm, que de musulmán o de judío no tenía ni rastro.
Esta frase es para desorientar a cualquiera.

El discurso toma un tono electrizante cuando dice:"Quiero contarle que en este mismo lugar que usted está sentado, hace exactamente una semana estuvo también sentado un gran hombre, que firmó con usted los acuerdos en Washington en 1993, me estoy refiriendo al presidente del Estado de Israel, Shimon Peres. "
Mi mamá dijo: -¡Terminen de pelear de una vez!-

Anónimo dijo...

Digan lo que digan, nuestra Presidente está levantando la puntería. Ya no es más aquella muchachita pueblerina que no lograba conciliar sujeto y predicado en castellano. Ahora arremete con el latín. A pesar de todo no deja de recordarme a un compañero del secundario que memorizaba tres o cuatro frases de la lección y si le llamaban a exponer arrancaba con todo el ímpetu de esas tres o cuatro frases tratando de impresionar, y si lo conseguía, fantástico, pero si no, se quedaba sin letra enseguida. Hubiese sido trágico, para ella, que alguien le hubiese preguntado cuántas declinaciones conoce de latín o cuál es el dativo o el ablativo de la primera declinación. Por eso convendría recordarle que las frases hechas no deben ser explicadas y sólo expresadas, porque de otro modo se deberá poner en traductora y eso es bastante complicado, si de latín se trata.

Irma Mariscotti dijo...

Cristina intenta refregarle al árabe que firmó con un israelita los acuerdos en Washington en 1993, y le aclara me estoy refiriendo al presidente del Estado de Israel, como si el señor que está sentado a su lado no supiera de quién se trata.
Para aparentar ser una mujer de cierto nivel cultural, no una de barrio, ni de Tolosa, saca a relucir algo en latín. Y se anticipa a que nadie sabe el significado, ella tampoco.
Me parece que es un asunto muy delicado el de árabes e israelitas, y Cristina no es idónea para tratar el tema, aunque sea presidente.
Lo que natura non da, Salamanca non presta.

DiegoAndateYa dijo...

Otro papelon... en que manos estamos, por dios.